...La industria contemporánea y toda la producción de bienes se ha vuelto tan desequilibrada, tanto en calidad como en cantidad, que en estos momentos esto ha imposibilitado una adecuada distribución de estos bienes. La distribución indiscriminada y forzada engendra picardías y mentiras. ¿Podría uno esperar posibilidades nuevas en la inacción, o debería profundizar la conciencia en su esencia? Tú recuerdas las palabras de Buda acerca del discípulo rodeado de cosas no obstante haber renunciado a la propiedad personal. Es inútil tratar de quitar los objetos a la fuerza para así crear una pasión por los desechos. La cosa más importante es llevar a cabo racionalmente un programa educacional en donde se ponga al descubierto de manera significante lo degradante de la posesión. No es importante que alguien permanezca en su propio butacón, mas sí es importante que los jóvenes se den cuenta lo absurdo de tener su propia silla. Es necesaria que esta conciencia sea manifestada no como una negación sino como una conquista conseguida libremente. Cuando la gente, liberada de las malas mañas, aprenda lo impráctico que es la propiedad personal, entonces empezará a crecer un colectivo de colaboradores.
...Yo siento que la Enseñanza se podría convertir en un martillo para los tímidos. Aún recientemente el terror hubiera perforado el corazón a la sola mención de comunidad, pero ya ahora muchos obstáculos han sido vencidos. Sin embargo, a la exclusión del ya gastado concepto de propiedad le sigue una prueba más difícil para la humanidad. Al asimilar el significado del espíritu, es especialmente difícil abstenerse de milagros. Aún los Arhats escogidos por Buda pusieron de lado esta posibilidad sólo con dificultad.
Tres Arhats insistentemente le rogaron a Buda permitirles tratar un milagro. Buda los puso a cada uno de ellos en un cuarto oscuro y los encerró allí. Luego de un largo tiempo el Bendito los llamó y les preguntó qué habían visto. Cada uno narró visiones diferentes. Mas el Buda les dijo: “Ahora ustedes estarán de acuerdo que los milagros no son útiles, porque ustedes no percibieron el milagro principal. Porque, ustedes pudieron haber sentido una existencia allende lo visible y esta sensación los pudo haber dirigido más allá de los límites de la Tierra. Mas ustedes continuaron conscientes de ustedes mismos sentados en la Tierra y sus pensamientos atrajeron a la Tierra oleadas de elementos. La inflamación de los Elementos evocó agitación en varios países. Ustedes causaron caídas de rocas y destruyeron barcos con huracanes. Ustedes vieron una bestia roja con una cresta en llamas, pero el fuego del abismo atraído por ustedes quemó las casas de gente indefensa - ¡tienen que ir a ayudar! Ustedes vieron un dragón con el rostro de una doncella, simultáneamente causando olas para hundir botes de pesca - ¡apresúrense para ayudar! Ustedes vieron volar un águila y un huracán destruyó la cosecha de los agricultores - ¡vayan y enmienden! ¿Dónde está la utilidad de ustedes, O Arhats? Un búho en el hueco de un árbol ha usado su tiempo con mayor provecho. O trabajen en la Tierra y suden la frente o en un momento de soledad elévense por sobre la Tierra. Pero no hagan que las conmociones inútiles de los elementos sean la ocupación de los sabios.”
Verdaderamente, una pluma cayendo del ala de un pequeño pájaro produce un trueno en los Mundos lejanos.
Al inhalar el aire nosotros nos armonizamos con todos los Mundos. El sabio procede desde la Tierra hacia arriba, ya que los Mundos le revelarán a cada uno su sabiduría. Repitan esta parábola a aquellos que exigen milagros.
(Agni Yoga. "Comunidad de la Nueva Era")